Encarnó al ángel Damiel en “Alas del deseo” y a Hitler en “La caída”, pero esos sólo son los dos extremos de una larga carrera en el cine y el teatro que lo llevó a trabajar con maestros como Eric Rohmer y Werner Herzog, pero también con directores tan dispares entre sí como los que caben en la sinuosa línea que va de Claude Goretta a Ridley Scott. Sin embargo, el rol que lo hizo más famoso –y tal vez el más relevante socialmente– fue, sin duda, el que le guionó la gente.
Hubo una pequeña tormenta en las redes
sociales por la manera en que los medios del mundo presentaron la noticia de la
muerte del actor suizo Bruno Ganz. A varios les pareció una falta de respeto la
afirmación –en lugares destacados, como los colgados, los títulos y los copetes
de las notas– de que, aunque uno no tuviera ...
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