—Antes de la murga de niños El Firulete,
¿recordás momentos musicales?
—Sí,
imágenes y sonidos, el patio de la escuela, discos de pasta, el canto de mi
madre, voces de tíos y tías en fiestas de fin de año, murgas de la infancia.
—La
música era una presencia familiar.
—Muy
familiar; mi mamá reproducía melodías asiduamente y mi viejo escuchaba mucho
tango, radio Clarín. Y tenía discos de Eduardo Falú, Los Olima, Zitarrosa;
recuerdo que cuando me mudé de barrio le pedía prestado el disco Magic Time,
de Opa, al hermano de un amigo, Edgardo Rodríguez, que era médico.
—¿Con
qué tocabas de niño?
—Con
un tamborcito, y le robaba maquillaje a mis tías para pintarme.
—¿Qué
murgas impactaban en ese momento?
—Varias,
La Soberana, la Milonga Nacional, Los Saltimbanquis. Eso en los setenta; en los
ochent...
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