Buscando más de una respuesta a la pregunta de qué cantamos cuando cantamos el himno nacional, estudiantes y docentes de la Facultad de Información y Comunicación elaboraron la miniserie “Orientales”, de reciente estreno en TV Ciudad.1
—¿Qué idea promovió esta realización?
—Surgió en el Seminario Realización de TV, espacio del Laboratorio Audiovisual de Contenidos (LAC) de la Facultad de Información y Comunicación de la UDELAR, como forma, por un lado, de fortalecer el compromiso de los estudiantes con trabajos que verá la población y, por otro, de promover la reflexión sobre aspectos constitutivos de nuestra identidad como uruguayos y uruguayas, partiendo del himno nacional. Lo cantamos en todas las fechas patrias y hasta en el estadio, pero nunca pensamos en sus contenidos; decidimos, entonces, tomar palabras de su primera estrofa como disparadores para indagar en posibles respuestas a la pregunta que estructura la miniserie y que es: ¿Cómo nos representamos?
—El himno es una metáfora fosilizada de un relato sobre nuestro proceso histórico; ¿qué representatividad le reconocen hoy?
—Su fosilización, que puedo admitir, es paralela a la fuerza con la que lo hemos internalizado al cantarlo en distintos eventos públicos. Los símbolos patrios han atravesado la construcción de nuestra historia y, por más pretéritos que parezcan, están presentes en un montón de manifestaciones de nuestra vida cotidiana; nos pareció interesante reflexionar, pues, sobre sus modalidades de representación, es decir, cómo vuelven a presentarse hoy y qué relación tienen, si la tienen, con nuestra identidad. Importa precisar que tomamos el himno como un motivador lúdico, si querés, para que los estudiantes comenzaran a producir contenidos audiovisuales vinculados a una temática, mediante dispositivos que incluyeron desde entrevistas en barrios montevideanos hasta un casting de actores profesionales y amateurs que trabajaron improvisando en el momento, sin guion. Volviendo a tu inquietud, creo que por más “institucionalista” que luzca nuestro himno nacional sigue siendo la canción que sabemos de memoria y cantamos absolutamente todos los uruguayos y uruguayas, cosa que no sucede con ninguna otra.
—¿Sobre qué tema improvisaban los actores?
—Sobre la base de consignas que relacionaban pasado y presente histórico. Un desafío en línea con eso, para cada estudiante, fue encontrar qué podía vincular con el concepto patria, por ejemplo, y cómo representarlo visualmente a través de un protagonista.
—¿Con cuántos conceptos trabajaron?
—Cuatro, extraídos de la primera estrofa del himno: libertad, patria, alma y heroicidad. Para eludir el monopolio del centro de Montevideo como receptor de los vox pop que hacen los medios –cuando preguntan a transeúntes qué opinan sobre determinado asunto–, fuimos a barrios periféricos, para lo cual organizamos a los estudiantes en productoras que les permitieron dividir roles.
—¿Hubo diferencias entre el género que pensaban más pertinente para el material y el que finalmente trabajaron?
—No, siempre pensamos en el documental, que es el género que más frecuentamos en el Laboratorio Audiovisual de Facultad y, sobre todo, en el taller de realización. Lo enriquecimos con la narración que fuimos construyendo a partir de las entrevistas y con el foco puesto en la acción de los protagonistas, no en el relato.
—¿El resultado de las entrevistas confirma o cuestiona la hipótesis de la vigencia de representatividad de los conceptos patrios?
—Las preguntas que formulamos apuntaban a indagar qué entiende la gente por patria, libertad, alma, cómo construimos, hoy, nuestros héroes. La mayoría de los y las entrevistadas relacionaban el himno con el fútbol como espacio de “sentimiento nacional”, y una minoría con la etapa escolar y los actos patrióticos. La tendencia de asociarlo al fútbol fue confirmada por especialistas de distintos ámbitos académicos y artísticos a los que también entrevistamos, como la historiadora Ana Ribeiro y el historiador Gabriel Quirici, el músico Santiago Tavella, los actores Jorge Esmoris y Luis Magallanes, el psicólogo social Néstor Ganduglia, el antropólogo Eduardo Álvarez Pedrossian, el filósofo Javier Mazza y el estudiante de psicología Andrés Miraballes.
—Mencionaste que uno de los objetivos de la miniserie fue motivar al espectador a reflexionar a través de un formato poco amigable con esa aspiración.
—Sí, la reflexión parece ser mala palabra en la inmediatez vertiginosa de nuestra contemporaneidad y, particularmente, en buena parte del mundo profesional posmoderno, que concibe al pensamiento como enemigo de la diversión. Para el equipo de estudiantes, docentes y colaboradores que confeccionó este producto, eso no es así.
—¿Y a ojos de quienes vieron el producto terminado, consigue refrendar esa afirmación?
—Creo que sí, las devoluciones que hemos recibido de los espectadores que se mueven en el sector audiovisual y la academia indican que el contenido los atrajo sin dejar de instarlos a hacerse preguntas.
1. Orientales. Miniserie de cuatro capítulos realizada por estudiantes, colaboradores y docentes del Seminario Realización de TV de la FIC, estrenada el viernes 9 de mayo, a las 16.30 horas, en TV Ciudad. El equipo de docentes responsables del proyecto integra a Paula Terra, Juan Pellicer, Daniel Fernández, Agustín Flores, Santiago González Dambrauskas, Ángel Cardozo y Juan Martín Xavier.