Orillas del Río Negro, hace más de medio siglo
Entre estas dos crónicas el narrador ha dejado de ser niño. Hace poco este semanario publicó una contratapa de un tiempo algo más lejano, cuando más chico el autor recordaba el “río vivo” que era para él el Río Negro antes de que lo bloqueara la represa del Rincón del Bonete. Ahora la inundación sucedió. En “Maciste” se levantan los pilares de un puente que todavía no existe. En “Catástrofe” se tala el “sumergido monte de troncos negros” (Washington “Bocha” Benavides dixit) que el lago ocultó.
—Catorce pesos y ni uno más. Tirando a fina. Nada verde. De abajo del agua, ustedes saben. La arriman a Oribe, me avisan. Yo iré con el camión. La traemos al pueblo; medimos, pago y a otra cosa.Tal el contrato hablado que nos ofreció Ruperto, el pan...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate