Al mediodía del sábado 3 de agosto de 2002 la Policía entró a saco en una vivienda del barrio Colón, en cuyos fondos anidaban quienes, para Guillermo Stirling –entonces ministro del Interior del gobierno de Jorge Batlle–, habían sido el alma mater de la ola de saqueos que azotaba a los comercios de la zona. Luego de tumbar la puerta secuestraron computadoras, discos compactos y equipos de trasmisión. De inmediato, la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicación (Ursec) clausuró aquella frecuencia bautizada El Quijote FM, desde la que un grupo de jóvenes emitían clandestinamente las 24 horas del día, con equipos precarios, ganas de sobra, una audiencia barrial pocas veces registrada y la crisis económica pisándoles los talones.
Este mes se cumplieron 15 años del allanamiento de El Quijote...
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