A nivel del resultado global, para este domingo los sondeos indican un ajustado triunfo del oficialista Frente de Todos (FT), la coalición de 21 agrupaciones lideradas por el peronismo y con pinceladas de centroizquierda juvenil. La decisión de los referentes del FT, el presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Fernández, de acordar listas únicas en los principales distritos parece garantizar la paz interna y potenciar el atractivo de los logros que puede aducir el gobierno: la vacunación contra el coronavirus (63 por ciento tiene al menos una dosis y 36 por ciento tiene las dos) y los acuerdos hechos con los acreedores privados en 2020 por la deuda contraída durante la gestión macrista (a los que se suma la negociación en proceso con el Fondo Monetario Internacional). Mucho más no hay para mostrar, tras un año y medio de pandemia, que se llevó a 112 mil habitantes y que, según la última medición publicada por la Comisión Económica para América Latina, contrajo la economía nacional en un 10 por ciento.
DERECHA BRUTAL
Estas serán apenas las elecciones primarias para definir las candidaturas que quedarán firmes para las legislativas del 14 de noviembre. Lo novedoso es la instalación electoral de los libertarios, que, a diferencia de los anarcos de hace un siglo que llevaban la misma etiqueta, resultan una amalgama de conservadurismo político y social con liberalismo económico, sazonada con ignorancia posmoderna. Encabezados por el mediático economista Javier Milei, primer candidato a diputado nacional por Avanza Libertad, protestan contra el «comunismo» y quienes ellos entienden son «zurdos».
«Larreta, zurdo de mierda, te puedo aplastar aun en silla de ruedas», fue el ataque con el que Milei se refirió la semana pasada al jefe de gobierno de la capital, Horacio Rodríguez Larreta –del partido macrista Propuesta Republicana (PRO)–. La amenaza le valió al líder libertario una denuncia en el Instituto Nacional contra la Discriminación de parte de un ciudadano porteño discapacitado que se desplaza en silla de ruedas.
En la capital, la compañera de lista de Milei es Victoria Villarruel, titular del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas, una ONG que, además de negar el genocidio perpetrado por la última dictadura militar, ejerce la defensa de, por lo menos, ocho represores en diferentes juicios que se desarrollan en el país. En la provincia de Buenos Aires, en tanto, el primer candidato a diputado nacional por el sector es el economista José Luis Espert.
Junto con Milei y media docena de dirigentes del PRO, Espert es uno de los firmantes de la Carta de Madrid. Se trata de un documento lanzado en octubre por el partido español Vox, en el que se denuncia el avance del «yugo totalitarismo comunista» en la región, «bajo el paraguas del régimen cubano e iniciativas como el Foro de San Pablo y el Grupo de Puebla», instancias de las que los signatarios dicen ser la alternativa continental. Entre los firmantes también están el exministro del Interior de Jeanine Áñez Arturo Murillo, el político brasileño Eduardo Bolsonaro, el chileno José Antonio Kast, el peruano Rafael López Aliaga, la venezolana María Corina Machado, entre otros exponentes de la ultraderecha iberoamericana. También aparecen dos uruguayos, el diputado blanco Pablo Viana y el académico Pedro Isern.
MUCHO RUIDO…
Espert ya fue candidato presidencial en 2019 cuando, tras perforar la barrera de las primarias, se alzó con poco menos de 400 mil votos. Es decir, el 1,47 por ciento del padrón, cifra que ahora le resultaría suficiente para quedarse con una banca en el Parlamento. Desde aquel año, tanto Milei como Espert mantienen una estrecha relación con el diputado español y secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, asesorado a su vez por Steve Bannon, el hombre que instaló la candidatura de Donald Trump en Estados Unidos. En su momento, la propia Villarruel resumió una fórmula de campaña exitosa que hoy aplica Milei: actos callejeros que, aunque convocan a poca gente, llaman la atención en los medios por la incorrección política de sus discursos.
Ortega Smith pasó por Buenos Aires en agosto de 2019 y dio una charla en el Círculo Militar, al que se acercaron jóvenes libertarios y dirigentes contrarios a los juicios por delitos de lesa humanidad, la ley del aborto, el reconocimiento del matrimonio igualitario, los derechos para las personas transgénero y los inmigrantes. Es de este colectivo y sus referentes que partieron recientemente los ataques contra los colectivos feministas y el equipo de periodistas que investigaron esta verdadera «internacional antiderechos» en el sitio web hackeado reaccionconservadora.net (véase «La internacional ultracapitalista», Brecha, 18-VI-21).
Las chances de la nueva derecha de llegar al Parlamento son concretas pero limitadas. Tanto en la capital como en la provincia de Buenos Aires pierden el tercer puesto frente a la izquierda trotskista tradicional del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) por menos de un punto promedio, según las cinco encuestadoras más consultadas: Hugo Haime y Asociados, Raúl Aragón y Asociados, Graciela Römer, Management and Fit y Giaccobe y Asociados. Sin embargo, para Opinaia, Tendencias y Proyección –tres consultoras de la capital–, Milei alcanzaría en el ámbito porteño un promedio del 14 por ciento de los votos, superando por casi 10 puntos al FIT.
LOS OPOSITORES MACRISTAS
Frente al oficialismo, el verdadero competidor en términos de votos será la alianza fundada por el PRO de Mauricio Macri y la histórica Unión Cívica Radical. Ya en pleno gobierno de Macri, los radicales se quejaban de la falta de protagonismo de su formación en la gestión presidencial y, tras la derrota en 2019, asumieron que el centenario partido tiene que recuperar protagonismo. Surgió así la figura del neurólogo Facundo Manes, lanzado a la carrera política para ocupar una banca en la Cámara de Diputados por la provincia de Buenos Aires, con miras de instalar su nombre de cara a las presidenciales de 2023. Manes reivindica su afiliación radical y menciona habitualmente en sus discursos a Raúl Alfonsín y Arturo Illia, un mandatario con fama de incorruptible.
Del otro lado, se puso en marcha la maquinaria del PRO, sin Macri (véase «De mal en peor», Brecha, 23-VII-21), pero con la intención de Rodríguez Larreta de tomar su lugar al frente de la formación, con la mira también en las presidenciales de 2023. Las encuestas pronostican un triunfo de los candidatos de Larreta tanto en la capital como en la provincia de Buenos Aires. Pero, a contrapelo del carácter moderado del alcalde porteño, los conducidos por Milei parecen imprimirle un giro más derechista al debate de campaña.
Cuando el kirchnerismo instaló la idea de una batalla cultural para defender los derechos logrados entre 2003 y 2015, no imaginó que la misma retórica bélica sería tomada por la derecha dura. En esta elección, la batalla cultural encarada por los sectores más conservadores busca instalar, aunque sea en el Parlamento, los nombres de quienes en 2023 intentarán asaltar el poder desde las urnas contra las grandes mayorías.