Los gobiernos uruguayos han tenido históricamente una relación ambigua e indiferente con respecto a la ciencia, considerada a veces “un lujo de países ricos”, prescindible en un país pequeño y periférico, como el nuestro. La Universidad Mayor (posteriormente Universidad de la República, Udelar) se creó en 1849 con una única carrera en jurisprudencia. Por varias décadas, el país tuvo doctores, pero sólo en derecho, necesarios para engrosar las filas de la clase política culta de la capital en contraposición al caudillismo del Interior. En el país de abogados, la medicina y las carreras técnicas van apareciendo tardíamente y a cuentagotas: la Facultad de Medicina en 1876, la de Matemáticas (que comprendía a Ingeniería y Arquitectura) en 1888, la de Agronomía y Veterinaria recién en 1906 (¡en...
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