Desde 1951 no se había expuesto su obra que, según Enrique Aguerre, director del museo y curador de esta exposición, es la colección más completa que tiene el Mnav. Esa relativa invisibilidad –siempre hubo cuadros suyos en la exposición permanente, pero pasó más de medio siglo sin una muestra individual y abarcadora– no impidió que su nombre funcionase como contraseña y alentase cierto culto al autor que desbordaba los límites de la plástica. En 1949 cuatro artistas jóvenes –Espínola Gómez, Barcala, Luis A Solari y Juan Ventayol– se nombraron “Grupo Sáez” en su homenaje. En 1984 el poeta Salvador Puig (descendiente y homónimo del pintor contemporáneo al artista1) elegía el detalle de una pintura de Sáez (invisible para quien no supiera) para ilustrar la tapa de su libro Lugar a dudas. Y as...
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