«Dado que la vida humana tiene tantos componentes diferentes, me parecía imposible reflejarlos todos en un solo número que los integrara mágicamente. Un conjunto de números y descripciones sería mejor», le decía el economista bengalí Amartya Sen a su compañero de estudios en Cambridge, el pakistaní Mahbub ul Haq, cuando discutían sobre lo engañoso del producto bruto interno (PBI) como parámetro. Mahbub respondía que nunca lograrían una alternativa al PBI que pudiera competir con él en popularidad y uso si no era igual de simple –y de vulgar– que el mismo PBI, aunque con información más relevante. Una vez que la gente se interesara en este número, podría interesarse también por la variedad de tablas informativas que un informe de desarrollo humano podría presentar. Con esta estrategia, y c...
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