El personaje interpretado por Alfonso Tort es casi insoportable: luego de una grave pelea con su pareja (Julieta Zylberberg), quizá movido por su incontrolable ansiedad y su incapacidad de estar solo, le graba mensajes continuamente, pidiéndole perdón por su infidelidad, por su inmadurez, por sus errores. La ruptura acompaña otras crisis: la idea de la infertilidad, las complicaciones laborales, la necesidad de reinventarse y vivir temporariamente con su progenitor. El estilo de Ariel Rotter es sugestivo, incisivo en las contradicciones, la densidad psicológica y los torrentes emocionales de personajes que, complejos e inseguros, se encuentran transitando un proceso de profundos cambios.
Un pájaro azul es una coproducción argentino-uruguaya, con la participación de Montelona Cine como soci...
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