“Pero en el transcurso de la mañana me fui dando cuenta de que todo está en la cabeza (…). Otra vez, pienso. Comienzo a escribir. Como si viniera alguien que ya había venido antes. Un poco nervioso, pero con gran entusiasmo. Buen comienzo: con el pie derecho. De a poco se van yendo los fantasmas. De a poco voy consumiendo mi día de escritura para llegar a escribir lo que pensé que no iba a escribir. (…) Ahora, después de haber escrito algo, llego al punto de donde no querría salir. Mejor es ir despacio, sin apuro. Ya he escrito bastante de nada y siento como una luz, algo que produce un cambio. Es de mañana y me gusta.”
El párrafo anterior es una buena descripción del proceso creativo. El nombre de su autor es Adolfo González, que ha padecido sufrimientos psíquicos graves pero a quien el a...
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