“Fausto”
¿De qué trata, explícitamente, esta adaptación no literal aunque bastante cascoteada por frases largas de la novela de Goethe? Los carteles finales y las propias declaraciones del coguionista y director ruso Alexander Sokurov despejarían las dudas. Su Fausto* cierra una tetralogía sobre el poder, o sobre la tragedia del poder, tema caro, si los hay, a la filosofía y a la tradición de Rusia; un país, tierra o continente que, recuérdese, nunca ha conocido la democracia, al menos tal como se la concibe y practica hoy en Occidente.
Pero hay, desde el vamos, un primer cambio: si Moloch (1999) se centraba en Hitler, Taurus (2001) en Lenin y El sol (2005) en Hirohito, esta culminación no se conforma con basarse en sátrapas reales (un calificativo que podría no ser del agrado de Soku...
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