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El primer iconografista

Calígrafo, litógrafo, topógrafo, pintor, reportero gráfico, maestro de escuela, inventor… todo eso fue Juan Besnes e Irigoyen, un vasco autodidacta que llegó a Montevideo en 1809 y se convirtió en el “mejor documentador gráfico de nuestro pasado”, como lo definió Fernández Saldaña. Una exposición en la Casa de Lavalleja, la primera retrospectiva del autor, presenta una diversidad de facetas y obras.

Limpieza del escudo para el Consulado de Comercio, remoción de capas de barniz

El gran cuadro caligráfico (184,5 por 75,8 centímetros), realizado en tinta sobre papel, representa el abecedario en un marco arquitectónico clásico, con columnas dóricas, pero profusa ornamentación. Figuras mitológicas y alegóricas, en tupidos decorados, se alternan con textos aleccionadores que recuerdan los emblemas de las composiciones barrocas. Sobre los fustes de las pilastras, en el arquitrabe, el friso, los triglifos y las metopas, y en los basamentos sobre los que se apoyan las columnas, aparece repetido el alfabeto, a partir de una gran variedad de letras, algunas de las cuales fueron inventadas por el autor, como las que incluyen personitas en distintas posiciones y actividades que pueden vincularse con la actividad filantrópica y caritativa del artista. En total Besnes e Irigoy...

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