Rusia-Estados Unidos
La deglución rusa de Crimea en la última semana de febrero no fue el inicio inesperado de un giro político del Kremlin, sino una luz roja para Occidente.
El error estratégico estuvo en cuatro presunciones mal fundadas que guiaron la política de la otan y por lo tanto la de sus países miembros con relación a Rusia. Occidente dio por hecho que Rusia se transformaba en un poder benigno y que por lo tanto su función esencial de defensa colectiva dejaba de ser su preocupación primordial. Al perder esta razón de ser, la otan salió fuera del área a justificar su existencia militar, y se desplegó en misiones en Libia, Afganistán, Irak. En tercer lugar, esas salidas desorbitadas fueron todas derrotas políticas por la vía militar, puesto que no lograron reponer la estabilidad...
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