La política de inserción internacional de Uruguay, sostenida por la «diplomacia presidencial» de Luis Lacalle Pou, en algunos planos aparece como improvisada, sin atender a los cambios que se viven a nivel mundial, pero en otros luce como motivada por factores internos. En particular, parece promover anuncios positivos cuando la simpatía sobre el gobierno desciende encuesta tras encuesta, pero, esencialmente, la preocupación se centra en atender las demandas del sector agroexportador, el principal sostén social de la actual administración.
La decisión de recorrer unilateralmente el camino de un tratado de libre comercio (TLC) con China, a despecho de la opinión de los socios del Mercosur, es de una lógica muy arriesgada y de posibles consecuencias muy negativas para sectores de la producci...
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