A contrapelo del resto del Estado español, catalanes y vascos se volcaron mayoritariamente por expresiones del nacionalismo periférico y relegaron a los socialistas a un segundo lugar. A pesar del acentuado declive de las derechas, Podemos fue el gran perdedor.
Esquerra Republicana de Catalunya (Erc) y el
Partido Nacionalista Vasco (Pnv)
fueron los claros vencedores en sus respectivas comunidades autónomas en las
elecciones generales del pasado 28 de abril. Mientras que por primera vez en
unas generales el Pnv consiguió
imponerse en las tres provincias de la comunidad autónoma del País Vasco y
aumentó su número de diputados de cinco a seis, Erc
pasó de tener el 17 por ciento del voto emitido y nueve diputados en las
elecciones de 2016 a un apoyo del 24,5 por ciento, que se traduce en 15
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