“Ella se va”
Una operación explícita: homenajear a Catherine Deneuve, en situaciones e imágenes que prueban que ella, la diosa helada del cine francés, sigue siendo capaz, a los 70 años, de seducir, en la pantalla y fuera de ella.1 Así, Bettie (Deneuve, en un papel de alguien con diez años menos) siente la asfixia de una situación congelada –la atención a su restaurante en provincias, la permanente preocupación acosadora de su madre octogenaria–, situación agravada al saber que su amante casado al fin decidió dejar a su esposa pero no por ella, Bettie, sino por una joven de 25 años. Sale entonces a comprar cigarrillos, pero no vuelve. Manejando un viejo Mercedes se lanza a buscar tabaco y quién sabe qué por una Francia rural que le propina encuentros amables y alguno no tanto, para por fi...
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