A Rony Melzer lo conocí en 1977 en la primera Escuela de Cine del Uruguay (en 18 y Yi, a media cuadra de Jefatura), un proyecto que a pesar de todas las precauciones sucumbió a la dictadura un año después. Él tenía 21 años y era parte de un centenar de alumnos, récord para una escuela de cine hecha con rigor. En ese grupo estaban varios jóvenes que después serían técnicos, sonidistas, directivos de Cinemateca y un par de críticos, de todo un poco. Rony además había sido alumno mío en el curso de apreciación y análisis. A comienzos de los ochenta, cuando se avizoraba que el fin de la dictadura estaba más cerca, en Cinemateca empezamos a incorporar gente nueva, lo que ahora se conoce como la generación del 83. De modo que era razonable que le propusiéramos a Rony que entrara a escribir en C...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate