Por noviembre se difundió en París el identikit y la historia de un francés que habría participado en decapitaciones de soldados sirios. Lo sorprendente es que el retrato del verdugo se sale del lugar común de lo que se supone “debería” ser el candidato cantado a ser cooptado por algún grupo de este tipo. No es hijo o nieto de inmigrantes de origen árabe, no pertenece a los sectores populares empobrecidos, ni siquiera surge de una familia particularmente desestructurada. Menos aun de una familia con prácticas religiosas arraigadas. Y tiene una formación académica superior al promedio. Se llama Maxime Hauchard, es francés de pura cepa, clasemediero, tiene buen nivel de escolaridad y creció en una familia nuclear prototípica. Coincide con el perfil de otro francés, Mikael dos Santos, identif...
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