“Por supuesto que los primeros responsables son los dirigentes. Yo presencié cuando le pedían a un barra que le diera un susto a fulano, vi cómo los alentaban, que les mandaban un stock de damajuanas, dinero o entradas”, cuenta Nedy Masciardi, quien trabajó para Paco Casal y los Chijane, además de estar vinculada antes a Fénix y hoy a Wanderers. Para Masciardi, “hay mucho interés personal de por medio y, a la hora de cortar el bacalao, muchos miran para el costado. Los dirigentes tienen sus relaciones, y eso significa que recurren a los barras cuando precisan un favor, cuando se aproximan las elecciones; entonces les conviene estar en buenos términos”.
Cada club sabe quiénes son sus barras, conoce los nombres, las caras, si trabajan o no, dónde viven, “y hay gente que responsabiliza a la P...
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