Como escultor que elimina el mármol que oculta la pieza, el realizador argentino Daniel Rosenfeld dio vida a un Piazzolla limpio de terceros. Su película “Piazzolla, los años del tiburón”1 sorprende al músico en familia y es, de paso, un tributo a la templanza con la que lo amaron sus descendientes.
—¿Primera vez en
Montevideo?
—Presentando
una película mía, sí, lo que le agrega un sabor especial, porque es un trabajo
que habla de lo rioplatense.
—Tus
cintas anteriores no han cruzado a esta orilla.
—No,
sólo estuvieron en festivales; algún día espero estrenarlas acá.
—Una
de ellas está dedicada al músico Dino Saluzzi, ¿tenés una afinidad particular
con el bandoneón?
—Consciente,
no (risas); mi conexión con esta película está en preguntarme de dónde
viene la música, una pregunta que obviame...
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