Irse antes de tiempo - Semanario Brecha
Destacados Suscriptores

Irse antes de tiempo

“Los que no pueden más se van”, dice Charly García en una canción que la dictadura argentina censuró por considerar apología al suicidio. Décadas más tarde y sin militares, el tema continúa teniendo aires de tabú. Sobre todo si quienes eligen morir son adolescentes que tienen la vida entera por delante.

Ilustración: Cardozo.

“Era un chiquilín alegre. El tipo que estás esperando en la fiesta porque jode, porque toca la guitarra. De amores complicados. La sonrisa… era todo. Fanático de Peñarol, escribía poemas, tenía una banda de rock. Una noche como ésta se quedaba en vela escuchando los fallos de Carnaval”. Ese era Matías para sus padres. Dos días antes de cumplir los 20 años salió de su casa, cerró la puerta y puso las llaves en el buzón. Antes ordenó los libros, aunque no era su costumbre, eliminó su cuenta de Facebook y sacó el chip del celular. Dejó una nota de despedida y, lejos de donde su familia pudiera encontrarlo, se pegó un tiro. Durante los cuatro años que pasaron desde la muerte de Matías, Brenda y Alberto1 dedicaron mucho tiempo a revisar una y otra vez las señales que pudo haber dado su hijo. “M...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2091 Suscriptores
Interpelación por la JUTEP: una vez más la oposición no cierra filas y el gobierno empata

Moneda de tres caras

Edición 2091 Suscriptores
Trata y explotación en la empresa Sanducitrus de Paysandú

La exprimidora

Edición 2091 Suscriptores
Aceguá, el pequeño rincón de la frontera

Por las sierras

Cultura Suscriptores
Con el historiador Alex Borucki sobre la trata esclavista en el Río de la Plata

Las cuentas pendientes

Edición 2091 Suscriptores
Estados Unidos y su ofensiva en el «hemisferio occidental»

De Robocop global a matón regional