El viernes 26 de enero, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), dependiente de las Naciones Unidas, comunicó su decisión respecto a las medidas cautelares reclamadas unas semanas antes por Sudáfrica para parar la matanza en la Franja de Gaza. El tribunal «es plenamente consciente de la magnitud de la tragedia humana que se está desarrollando en la región y está profundamente preocupado por la continua pérdida de vidas y el sufrimiento humano», dijo ese día su presidenta, la jueza estadounidense Joan Donoghue, al leer el fallo. La CIJ no hizo lugar al pedido de Pretoria de un alto el fuego inmediato, pero sus exigencias a Israel fueron de tal calibre que prácticamente es como si lo hubiera reclamado.
Esa fue, al menos, la lectura que de la decisión hizo la propia Sudáfrica. Y con ella gra...
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