Mil seiscientos espectadores en su último espectáculo constituyen prueba gravitatoria de cómo le va articulando danza contemporánea y ciencias. Mientras profundiza en la física, la bailarina, coreógrafa, cuarto dan de aikido y madre de tres hijos Andrea Arobba1 prepara las maletas para viajar a un “mundial” del género.
—Las disciplinas artísticas no cesan de fusionarse, ¿qué definirías, hoy, como danza contemporánea?
—Es muy difícil encontrar una única definición, precisamente por lo que decís, porque hace mucho que venimos fusionándonos con otras disciplinas y cultivando, cada persona que baila, otras actividades artísticas y profesionales. Cada vez más es un arte que se construye en interacción con otros, y en tanto la danza es movimiento, sé qué movimiento hago, orientado por búsquedas ...
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