Tan bárbara ha sido, tan bestial sigue siendo la «ofensiva» israelí en tierras palestinas que países occidentales que a comienzos de octubre, tras los ataques de Hamás en Israel, justificaban todos los desmanes del gobierno de Benjamin Netanyahu, invocando su «derecho a la defensa» ante «el terrorismo», ahora han tomado prudentes distancias con Tel Aviv. Incluso Estados Unidos lo ha hecho. La semana pasada, el bueno del presidente Joe Biden le aconsejó a Netanyahu que «intente lo más posible ahorrar vidas de civiles». Que liquide a Hamás, sí, pero que no se pase de la raya, le sugirió, y le reclamó más «pausas humanitarias» para permitir la llegada de alimentos, asistencia sanitaria y combustibles a Gaza. También comentó que la composición del Poder Ejecutivo israelí, «el más conservador d...
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