Está claro que el tema no es sólo cuánto se gasta, sino en qué. Manteniendo el mismo nivel de gasto, podrían financiarse las cosas que se consideran más importantes. Un presupuesto dice mucho sobre una sociedad. Los cambios en lo que se gasta muestran los cambios en la relación de fuerzas entre los diferentes sectores sociales. Hoy, por ejemplo, más que buscar de dónde sacar para gastar en necesidades sociales y servicios públicos, pareciera que se está sacando de allí para invertir, por ejemplo, en el Ejército y en sueldos gerenciales.
Es que no todo el mundo está de acuerdo en cuáles son las cosas en las que efectivamente el Estado tiene que poner plata. Para algunos (llamémoslos «neoliberales»), las personas tendrían que pagarse todas sus necesidades, y si no las pueden pagar, tendrían ...
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