“De cada pueblo un paisano/ menos el del Uruguay/ Montevideo ya está perdido/ y de inmigrantes no caben más”, se quejaba la murga La Cachada 80 carnavales atrás. Y en los versos siguientes denunciaba: “Por todos lados hay asaltantes/ que ni a la gente dejan en paz”.
Los Curtidores Diablos la emprendían contra los inmigrantes pobres: “Checos, yugos y polacos nos parten por la mitad./ Trabajan por lo que les pagan/ y en una pieza viven quince o más”. Eran, según la murga, como salvajes: “Comen y duermen juntos los hombres y las mujeres/ y si un nacimiento hay, todos se alegran/ felicitan a la madre pero nadie sabe quién es el papá”, cantaban.
En cambio los Curtidores de Hongos ejercitaban la xenofobia contra los inmigrantes prósperos: “En cuesto paese cum tanta pobreza/ ninguno creollo levan...
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