La imposición de Enrique Peña Nieto fue el final casi perfecto de un guión que, mezcla de telenovela y reality show político, se escribió hace seis años y medio. La del domingo 1 fue otra elección de Estado que exhibe, una vez más, las miserias de un sistema político controlado por los poderes fácticos, en particular la televisión.
Las cifras preliminares dan a Peña Nieto una ventaja de 3,3 millones de votos sobre Andrés Manuel López Obrador, quien no reconoció su derrota e impugnó la contienda. Dijo que los comicios fueron "sucios" y acudió a los tribunales para tratar de "limpiarlos". El Instituto Federal Electoral (ife) dio entrada a la demanda y el miércoles 4 aceptó el recuento del 54,5 por ciento de los votos de la elección presidencial. Con la judicialización del proceso se ent...
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