Ocurrió el 16 de octubre de 1936. Emilio Silva Faba, miembro del partido Izquierda Republicana en la provincia española de León, recibió dos tiros en la nuca. Junto a él fueron asesinados otros 13 militantes antifascistas. Sus verdugos los enterraron en una cuneta. Ochenta años más tarde, su nieto sigue reclamando verdad y justicia, tanto para ellos como para todos los hombres y mujeres que cayeron en nombre de la libertad. Lo hace en el nombre de su abuelo, pero también en el de todos los abuelos socialistas, comunistas y anarquistas que nunca pudieron conocer a sus nietos.
Emilio Silva Barrera es el rostro más conocido de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (Armh), un colectivo fundado por familiares de desaparecidos por la dictadura franquista. Coincidiendo con el...
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