Esta nueva visita de J M Coetzee a Uruguay pone a prueba los límites del azar: como que esta ciudad olvidada de saberse la capital más austral de América Latina, adonde llegan tan pocos escritores internacionales, haya sido visitada en dos años consecutivos por uno de los más talentosos escritores vivos. El sudafricano estuvo el año pasado para presentar su Biblioteca personal, editada por el sello argentino Hilo de Ariadna, y el público fue tan numeroso que obligó a habilitar la sala principal del Solís. Su presentación fue bastante decepcionante: “gran escritor, gran público: módica y convencional conferencia, la visita de Coetzee a Uruguay fue más un ritual que un encuentro, una ceremonia y no un diálogo”, resumió Brecha entonces. El sábado pasado el “diálogo en primera persona” que pro...
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