Los despidos y la represión a los sindicatos y movimientos sociales –en particular a la comunidad mapuche patagónica–, el recorte de jubilaciones y despidos, y la vuelta atrás en las políticas de memoria, verdad y justicia sobre los juicios por delitos de lesa humanidad hicieron que este año el gobierno de Mauricio Macri tuviera que enfrentar reclamos de la Onu y la Cidh, además de las denuncias de organismos de derechos humanos internacionales, como Amnistía Internacional. Y la cosa promete seguir en ese camino.
Ajuste y represión se convirtieron en el menú clásico de la alianza Cambiemos, encabezada por el presidente Mauricio Macri, para gobernar el país, pese a los reclamos de instancias nacionales e internacionales en materia de derechos humanos y justicia. La muerte de Santiago Maldon...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate