Marche preso - Semanario Brecha
Edición 1487 Suscriptores

Marche preso

Una joven camina por las calles céntricas de Bruselas. Un hombre se le arrima y la halaga: “Eres bonita”. La mujer agradece. El varón insiste, sin dejar de caminar a su lado, en tomar algo. Negativo. “¿Por qué?”, le replica. Un veterano, en otra calle, se le acopla. Le pregunta si se dirige a almorzar, dónde vive, si la puede acompañar. Negativo. Él insiste, ella rechaza: “Me estás molestando”. Pegado como un chicle, otro varón vuelve a escoltarla: le pide su número de teléfono, la invita a tomar algo en su casa, en un hotel, en la cama. Negativo, negativo, negativo. “Eres sexy, te deseo. ¿No es eso normal?”, increpa el peneparlante. Al pasar por un café, otro varón escupe: “Lindo culo”. Sus congéneres festejan a carcajadas. “Puta”, le susurra sin anestesia un misógino. Cosificada como tr...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2035 Suscriptores
Los nombramientos de Trump al frente del comercio, la salud y la defensa

Donald, el antiglobalista

Críticas Suscriptores
Libros. virginia frade, poeta

Game over

Cultura Suscriptores
Homenaje a los antropólogos que buscan la verdad sobre los detenidos desaparecidos

Grietas en la impunidad

Cultura Suscriptores
Última novela de Fidel Sclavo

El otro lado del mundo

Cultura Suscriptores
Derivas del proyecto Montevideo Sonoro

Se hace camino al cantar