Una parte del país espera bastante escéptico que este domingo termine el proceso electoral y que –contra todos los pronósticos– esta primera vuelta sea suficiente para que la izquierda revalide su gestión al frente del gobierno nacional. Otra parte aguarda ansiosa la celebración de un balotaje que extienda la campaña un mes más y le permita a los partidos tradicionales seguir pugnando por regresar al poder. En el medio, cuatro partidos políticos ansían quebrar la inercia precedente y así engrosar su representación legislativa o –en el caso de los tres más pequeños– ingresar por primera vez al Parlamento. A la elección nacional se suma la dilucidación acerca de si la Constitución será reformada para bajar la edad de imputabilidad de los 18 a los 16 años.
La apatía ciudadana en la zona metro...
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