Le sobraron más de 100 mil firmas al senador nacionalista Jorge Larrañaga para habilitar el plebiscito –impulsado desde mayo de este año a través de la campaña Vivir sin Miedo– que busca reformar la Constitución en materia de seguridad y que podría resumirse en tres puntos fundamentales: permitir los allanamientos nocturnos, instaurar algunas penas de prisión perpetua y crear una guardia nacional militarizada. De inmediato aparecieron jóvenes organizando una campaña en contra de una propuesta que consideran meramente punitivista.
El apoyo fue contundente: 376.427 voluntades se expresaron a favor de que “algo hay que hacer” para detener el avance de la delincuencia. Apenas conocida la noticia, se empezaron a escuchar voces en contra de la reforma; voluntades que no firmaron, y que entienden...
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