En el libro de ensayos Lacrimae rerum, el filósofo esloveno Slavoj Žižek cuenta su experiencia como espectador de la película Matrix, de los hermanos Wachowski: “Cuando vi Matrix en un cine de barrio de Eslovenia, tuve ocasión de sentarme al lado del espectador ideal de la película, es decir, de un idiota. A la derecha tenía a un hombre de veintipocos años, tan inmerso en la película que se pasó todo el tiempo molestando a los demás con exclamaciones del tipo ‘¡Dios mío, vaya, o sea que no hay realidad!’”. Quién sabe qué fantasías paranoicas despertó Matrix en ese espectador que de pronto cayó en la cuenta de que el mundo en que vivía podría no ser “real”.
Para Luciano, el protagonista de Reality, la vida es dura: sobrevive vendiendo pescado y mediante pequeñas estafas, pero pronto se da c...
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