Brasil
Cuando falta menos de una semana para el inicio del Mundial, los brasileños se dividen claramente en dos bandos: los que van siendo ganados por la pasión futbolera y los que persisten en las protestas. No son pocos tampoco los que insisten con las protestas y van entrando en el clima mundialista. Muchos de los que hasta ahora agitaban consignas como “No a la Copa” ahora gritan “La Copa a la calle”, y ponen el acento no en pedir que el Mundial no se haga sino en la denuncia de hechos de corrupción ligados a sobrefacturaciones en las obras de construcción de estadios o en los planes de movilidad urbana, que acarrearon el desplazamiento forzado de miles de personas, sobre todo de los barrios pobres. Algunas movilizaciones sindicales se siguen dando: de funcionarios públicos, de policí...
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