Un aura de excepcionalidad rodea la figura aún enigmática de Delmira
Agustini. Es la maldita de la literatura uruguaya del Novecientos. Sobre ella
se sabe mucho y se desconoce otro tanto, y eso hace posible que exista una obra
como No daré hijos, daré versos. Estrenada en el teatro Solís en 2014 y
publicada con el sello de Criatura Editora el año pasado, el texto de
Marianella Morena –mitad diario, mitad drama– presenta, en tres actos, escenas
de la vida de Delmira, su muerte y su legado.
“Desordenar para ordenar. Cosas
claras, cosas confusas, ideas, dudas, fundamentos, imágenes”: esta es la
concepción del arte de la dramaturga y su principio poético. En este marco, el
mismo concepto de género, entendido como un principio ordenador de
elementos y seres, tambalea. El título del libro ya evi...
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