Crónica inconclusa de Saúl Pérez Gadea
A los 18 años, Saúl Pérez publicó su primer libro de poesía. Entonces no sabía que sería también el último. Pero bastaron ese título, aparecido en Montevideo en 1950, y Poemas, un conjunto de poemas mimeografiado que vio la luz en Paysandú 14 años después, para crear un nombre, un culto que algunos pocos poetas sostuvieron perseverantes a través del tiempo, santo y seña del poder de la poesía y de la desdicha del poeta. En la breve ficha que le dedica el Diccionario de literatura uruguaya, Washington Benavides concluye: “Mucho de lo mejor de Pérez Gadea se encuentra en sus numerosos papeles inéditos, en poder de su viuda”. Hoy esa leyenda clandestina emerge en un libro que reedita aquellos títulos iniciales y recupera una cantidad equiparable de poesí...
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