—La cosa va bastante más allá de lo que pueda suceder con Lula o con Dilma. El país está paralizado. Es imposible que funcione cuando dos de los tres poderes están bloqueados.
Dilma prácticamente no ha gobernado desde que accedió al gobierno en enero del año pasado. El resto del tiempo ha estado paralizada.
Por otro lado es Lula el que maneja los hilos de la política del gobierno. Dilma cambió varios ministros por una decisión del líder histórico del Partido de los Trabajadores. Lula no se conformaba con la actuación de la Policía Federal e hizo cambiar al ministro de Justicia, de quien depende la policía en Brasil, y también impuso el relevo del ministro de Hacienda.
Pero además tenemos un parlamento en una situación terrible: el presidente del Senado está involucrado en seis causas por c...
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