Juan Carlos Onetti acostumbraba sofocar las protestas de su esposa Dolly, cuando pasaba en limpio sus novelas, recordándole que madame Tolstói había copiado siete veces las siete versiones de Guerra y paz. El dato era cierto, pero como escribió el mismo Onetti, era también una maldita forma de mentir, porque robaba a la escena “el alma de los hechos”. Sofía Adréyevna Tolstaia (nacida Behrs) fue una abnegada copista de la obra de Tolstói, pero estuvo lejos de la docilidad que esa imagen suscita. Se casó con él a los 18 años y ese mismo día se instalaron en la mítica Yásnaia Poliana, finca familiar del conde, donde compartieron 40 años de matrimonio y donde fue enterrado Tolstói en 1910. Ella lo sobrevivió una década y siguió viviendo allí hasta su muerte, en 1919, cuando ya el mundo era otr...
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