Se termina uno de los mejores mundiales de los tiempos modernos. Aquel que amagó ser “el Mundial de la mordida de Suárez” será para siempre “el Mundial del 7 a 1”, lo que no está nada mal para quienes preferimos que los documentales de la Copa del Mundo se filmen dentro de la cancha.
Lo vivido el martes pasado en Belo Horizonte resulta difícil de asimilar para quienes crecimos sabiendo que Brasil era el país más grande del mundo, al menos en lo que al fútbol se refiere. Si bien pasaron 24 años para que los norteños consiguieran coronarse campeones del mundo tras el retiro de Pelé (más o menos lo mismo que demorará Argentina tras el retiro de Maradona), era claro que el “tetra” estaba al caer. Hasta que cayó de la mano de un equipo que era tildado de “utilitario”, alejado de las bases fun...
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