Si con “Lolita” fue la mirada de un expatriado ruso la que mejor mostró la puerilidad e irresistible sensualidad de la cultura estadounidense, con “Perdidos en la noche” fue un inglés el que retrató de manera inmejorable la ingenuidad y tragedia del sueño americano. La película de John Schlesinger cumple 50 años y es una buena oportunidad para volver a hablar de ella.
Tras el rugido
del león de la Metro y el logo de United Artists, la pantalla se pone blanca.
En la banda de sonido se escuchan cascos de caballos galopando, disparos y el
ulular de los indios. La cámara se aleja y nos deja ver que ese blanco inmenso
es la pantalla de un cine drive-in en el desierto de Texas. A lo lejos,
la figura diminuta de un niño con sombrero de vaquero se balancea sobre un
caballo de juguete.
No pasará mu...
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