Reunión tumultuosa - Semanario Brecha
Cultura Suscriptores

Reunión tumultuosa

Montevideo Comics crece: en años (van 14), en sedes (al Auditorio del Sodre se agregó la sala Nelly Goitiño) y en invitados, exposiciones, stands y público. El fin de semana pasado y bajo la consigna “Más freaks son los periodistas deportivos” (con una variante que señalaba a los escribanos), miles de personas se sumergieron por dos días en el mundo de la historieta.

Maitena en Montevideo Comics. Foto: Manuela Aldabe

El eslogan de la convención –como todo lo que suele salir de la mente inquieta de Marco Caltieri1– tiene dos lecturas. Una, la políticamente correcta, apunta a que “raro” es un concepto relativo y que depende del lugar desde donde se mire. Todos somos raros para alguien, lo que equivale a decir que ser raro es ser normal. La segunda lectura, menos correcta, podría reducirse a la máxima de Charly García “el más cuerdo es el más delirante”. La aceptación social no es garantía de sanidad, más bien todo lo contrario. Si, como dice Discé-
polo, el mundo fue y será una porquería… ¿qué mejor que ser un outsider?
CIRCUITOS. Como sucede en todos los eventos de este tipo, hay que elegir. Con sufrimiento, es verdad. Y en el caso de esta edición, con el sufrimiento extra de que hay dos sedes, que, aun...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Críticas Suscriptores
Libros. virginia frade, poeta

Game over

Cultura Suscriptores
Homenaje a los antropólogos que buscan la verdad sobre los detenidos desaparecidos

Grietas en la impunidad

Cultura Suscriptores
Última novela de Fidel Sclavo

El otro lado del mundo

Cultura Suscriptores
Derivas del proyecto Montevideo Sonoro

Se hace camino al cantar

Cultura Suscriptores
Carnada, primera novela de Eugenia Ladra

Encapsular la violencia