La catarata de confesiones de empresarios argentinos, a partir de los cuadernos en que Óscar Centeno registró el traslado de bolsos con presuntos sobornos para funcionarios kirchneristas entre 2005 y 2015, volvió a ubicar a Uruguay en la denominada “ruta del dinero k” y reactivó la causa abierta en crimen organizado en 2014 para investigar posibles ramificaciones en este país. La teoría de que millones de dólares ingresaron en negro a Uruguay para ser blanqueados mediante la compra de propiedades o por transferencias financieras a paraísos fiscales no es nueva (surgió hace cinco años, a partir de declaraciones del valijero arrepentido Leonardo Fariña al periodista Jorge Lanata), pero, aparentemente, se reforzó desde principios de este mes con la combinación de datos surgidos de los apuntes...
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