El general Guido Manini se calificó a sí mismo como «el conductor que se debe a sus conducidos» (un etiquetado con reminiscencias de aquel «mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana»), definición que pronunció para explicar su sumisión a las resoluciones de su grupo político sobre el pedido de desafuero. El porte adusto que adoptó para su mensaje de seis minutos en el video que se difundió el lunes 7 no logra disimular el recule: durante diez meses –desde el día siguiente a la confirmación de su senatoria, que automáticamente lo arropaba con la coraza de los fueros– el excomandante en jefe del Ejército fue reiteradamente enfático en que no eludiría el pedido de desafuero del fiscal penal Rodrigo Morosoli por el ocultamiento de las declaraciones de José Gava...
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