Este año hay un cambio sensible y evidente: hay más libros. Los puestos parecen estar más distribuidos en el espacio y ya no recostados sobre la calle Julio Herrera y Reissig. Ahora es posible incluso encontrar un par de librerías (vi dos de las de Tristán Narvaja con muy buenos libros) en la extensión de la feria más modesta, que desde hace unos años se unió a la original y que se mudó ahora adentro del parque hacia el lado de los juegos.
En el espacio central es posible recurrir a los stands tradicionales de Banda Oriental y Fin de Siglo, o apreciar también el crecimiento de sellos relativamente nuevos. Hum o Estuario ocupa ahora un puesto doble o triple que tal vez no alcance para exponer la cantidad de libros que edita. Criatura Editora también ha hecho un avance sobre la feria, que se...
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