Un mal trago - Semanario Brecha

Un mal trago

El sabor y olor a tierra percibidos durante el último mes en el agua que distribuye Ose en Maldonado llegaron en el momento exacto. Para la oposición, a las puertas de una reñida elección departamental. Para los ambientalistas, en la antesala de un presupuesto quinquenal. El gobierno apura medidas pendientes para la Laguna del Sauce.

Foto: Juanjo Castel.

La interpelación a la ministra Eneida de León, el pasado jueves 16 en la Cámara de Representantes, confirmó que la Laguna del Sauce tiene un “elevado” nivel de contaminación con nitrógeno y fósforo (eutrofización), producto de una mala gestión de décadas en la cuenca, combinada con los efectos del cambio climático. Bajo altas temperaturas y saturado de nutrientes, el cuerpo de agua es caldo de cultivo para algas tóxicas (cianobacterias) y se arriesga la potabilidad del agua distribuida por Ose en el 95 por ciento del departamento de Maldonado. Ese diagnóstico tiene casi una década. Y hace cuatro años que los organismos competentes acordaron acciones para “controlar, detener y revertir” el proceso de eutrofización, aunque aplicaron pocas.

Una muestra del estancamiento en tal sentido es la batería de medidas que el Mvotma envió a la Comisión de Cuenca de Laguna del Sauce (Ccls) el mismo día en que la titular de la cartera y el de Ose eran interpelados a instancias del diputado colorado Germán Cardoso (Vamos Uruguay). El planteo que el ministerio denomina “Plan de acción para la protección de la calidad ambiental y la disponibilidad de las fuentes de agua potable” comprende “en su totalidad las líneas de acción que la Comisión había trazado con anterioridad”, indica una nota de evaluación de la propuesta, elevada por la Ccls a los jerarcas ministeriales y al Consejo del Río de la Plata y Frente Marítimo, el pasado martes 20. La “novedad” está en algunas disposiciones vinculadas a los planes de manejo y uso del suelo, competencia del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (Mgap). Pero como la Laguna del Sauce tiene sus particularidades, esta semana la Comisión elaboró un borrador del plan definitivo, añadiendo otras medidas y bases técnicas a las propuestas del Mvotma.

CHOQUE DE INTERESES. No es casualidad que buena parte de las medidas pendientes estén vinculadas a la jurisdicción del Mgap sobre los emprendimientos agropecuarios. “En determinado momento hubo una falsa contradicción entre el ‘Uruguay productivo’ y la conservación del ambiente, y el celo que debemos tener para preservar los recursos destinados al abastecimiento de agua potable”, reconoció a Brecha la directora general de Higiene y Protección Ambiental de la Intendencia de Maldonado, Mary Araújo, delegada de la comuna en la Ccls. “Eso generó momentos de tensión con el Mgap, al punto que en 2010 el ex intendente Óscar de los Santos se reunió con el ministro (Tabaré) Aguerre y otros jerarcas de la cartera” y pidió respaldo para la protección de la laguna, recordó.

Esta “tensión” encuadra en la tesis de maestría de Manfred Steffen, investigador del Instituto Sudamericano para la Resiliencia y Sustentabilidad (Saras, por sus siglas en inglés), que funciona en el balneario Bella Vista y que tiene a varios científicos abocados al estudio de la laguna junto con el Centro Universitario Regional Este (Cure), de la Universidad de la República. “La plena vigencia del paradigma del crecimiento económico como medida de bienestar humano constituye una barrera para la internalización de los costos ambientales de los emprendimientos económicos”, observó Steffen en su tesis.1 Según el investigador, el aumento de la producción es el objetivo primordial, y el Pbi es el principal indicador del alcance de ese objetivo, aunque también es cuestionable “por jerarquizar resultados a corto plazo, por considerar producción a lo que en realidad es una actividad extractiva y por no respetar los límites inherentes al funcionamiento de los ecosistemas”.

En otro pasaje agrega que “el marco institucional” vinculado a la cuenca “es conocido y aceptado, pero hay barreras de potencial conflictivo en la comunicación y el relacionamiento entre las instituciones”.

Desde la academia se remarca que la Laguna del Sauce es el único sistema categorizado como Clase 1 en Uruguay, y esto implica que sea utilizado, prioritariamente, para suministro de agua potable. Debería ser un parámetro a tener en cuenta en el momento del choque de intereses sobre el uso del suelo, pero no ocurrió durante el pasado período de gobierno, aunque José Mujica fue quien aprobó la creación de la Ccls –la primera del país– en 2010.

Ahora los miembros de la Comisión están dispuestos a visitar “productor por productor”, propietarios de chalés y residencias parquizadas hasta la laguna, para explicarles los nuevos criterios. Les dirán que no están autorizados a extraer agua ni superficial ni subterránea de la cuenca a menos que realicen el trámite correspondiente. Y ya trabajan para prohibir los fraccionamientos con fines residenciales mientras no se pueda garantizar el adecuado tratamiento de sus efluentes domiciliarios.

En su borrador, la Ccls pidió al gobierno que restrinja el acceso directo del ganado a abrevar en la laguna y en los cursos más importantes (de primer orden) de la cuenca hidrográfica. También entiende conveniente que se controle el uso de fertilizantes y plaguicidas en todos los padrones rurales de la cuenca, y que todos estén obligados a presentar los Planes de Uso, Manejo y Conservación de Suelos ante el Mgap. En la actualidad esto “se aplica a predios de más de 50 hectáreas, y se pone más énfasis en la rotación de cultivos para evitar la erosión de los suelos que en controlar hacia dónde van los plaguicidas y fertilizantes”, explicó Araújo. El dato es relevante, en tanto la mayoría de las plantaciones agrícolas de la cuenca se desarrollan en predios pequeños que no están comprendidos por la normativa. Un sistema similar se da en los establecimientos destinados a la cría de ganado de engorde (feed lots) y tambos: sólo aquellos que tienen más de 500 animales están obligados a presentar planes de tratamiento y manejo de efluentes, y la Ccls pretende que el Mvotma implique a todos los establecimientos de la cuenca.

TIEMPO Y PESOS. El escándalo político desatado por el episodio del mal sabor y olor del agua en Maldonado es, para el oficialismo, evidente consecuencia de este tiempo electoral en que el Frente Amplio se juega su tercer gobierno departamental. Pero, viendo el vaso medio lleno, parece oportuno que el problema de la Laguna del Sauce se haga visible a nivel nacional en la antesala de un nuevo presupuesto quinquenal.

“A veces la desgracia hace que se centre más la atención en algo que se podría haber estado subestimando. Estábamos preocupados desde hace bastante tiempo y trabajando intensamente, y tal vez esta situación se subestimaba, comparada con lo que ocurre en la cuenca del río Santa Lucía”, apuntó la directora Araújo.

Además, combatir la degradación de la laguna no sólo implica descentralizar la gestión del territorio y adoptar medidas como las citadas, que no requieren grandes erogaciones. Bastante más costoso será revertir la afectación del cuerpo de agua debido a la existencia de centros poblados, nacidos en las últimas décadas sin planificación territorial ni previsiones en cuanto al impacto de los efluentes domésticos sin tratar. Al borde de la laguna está La Capuera, área de ocupaciones ilegales que recién pudieron regularizarse en este período, como paso imprescindible para abordar un plan de saneamiento. Esta semana se firmó la licitación para que la Intendencia –con apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (Bid) y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (Opp)– ejecute la primera etapa del proyecto iniciado hace dos años por fuera del presupuesto. La comuna se encargará de construir la red domiciliaria para que Ose conecte esta zona y una cadena de balnearios aledaños a Punta Ballena con el colector del sistema central. Pero hay más a presupuestar: otro de los problemas es la sedimentación de los nutrientes en el fondo de la laguna, por falta de salida al mar. Para atender esta situación está previsto revisar y adaptar aspectos estructurales de una presa de la Dirección Nacional de Hidrografía, cuyo manejo hidráulico pasará a manos de Ose. Una propuesta que también requerirá financiación, porque, además, se evalúa construir otro dique para lograr una menor deposición de sedimentos.

DE LA PLANTA. Científicos y gobernantes coinciden en que abordar las causas del deterioro del recurso hídrico es fundamental para no comprometer la potabilidad del agua. Pero transcurrirá un lustro hasta que las medidas del plan de acción del Mvotma logren frenar la eutrofización de la Laguna del Sauce, sostuvo días atrás el ingeniero Luis Reolón, presidente de la Ccls. Revertirla tomará al menos 15 años, siempre que las acciones se mantengan, estimó Araújo. ¿Qué pasará entretanto? ¿Cuántos episodios como este surgirán en los próximos meses y años? ¿Podrá Ose afrontarlos?

Néstor Mazzeo, doctor en ciencias, docente investigador del Cure y el Saras, con más de diez estudiando el ecosistema de la Laguna del Sauce, asegura que la planta potabilizadora de Ose “es muy avanzada”. Sin embargo, públicamente ha advertido que las cianobacterias (que se llaman así por su color azulado, no tienen nada que ver con el cianuro) son especies a las que hay que “prestar mucha atención”: son “las más peligrosas” en cuanto a toxicidad, y además obturan los filtros de carbón activado utilizados para retener las toxinas. Durante este crítico episodio provocado por la Cylindrospermopsis –una especie de bacteria nunca tratada en la usina– se adicionaron dosis en cantidades “históricas”. Sortear este problema sin afectar el suministro –más allá del gusto y el mal olor, se insiste en que es “apta” para consumo– le costó a Ose unos 300 mil dólares, informó el presidente del ente, Milton Machado, durante la interpelación. Entonces también anunció la construcción de un filtro de carbón activado granular (ahora se le inyecta carbón en polvo al agua) que tendrá “un costo importante”.

Amparados en declaraciones del ex director de la Unidad de Gestión Desconcentrada (Ugd-Ose) y actual senador del Mpp Ricardo Alcorta, legisladores de la oposición han remarcado que este órgano es superavitario y cuenta con recursos propios para afrontar todas las inversiones necesarias. Sin embargo, ese excedente que el contador frenteamplista calcula en 12 millones de dólares subsidia obras de Ose en el resto del país. De continuar el Frente Amplio en el gobierno departamental, es remota la posibilidad de que reclame esos fondos: sería una actitud reñida con el principio de solidaridad distributiva que tanto valora el progresismo en este departamento.

En esta coyuntura, buena parte del dinero que se requiere para afrontar las causas y consecuencias de la degradación de la Laguna del Sauce tendrá que salir de la capital. Desde la Ccls se ve con optimismo la manifiesta preocupación del presidente Tabaré Vázquez por los temas ambientales y la protección de los recursos hídricos. Su decisión de exonerar del pago del consumo de agua potable a los usuarios afectados por el incidente –mientras el directorio de Ose había aprobado apenas un 5 por ciento de descuento– también encendió una luz de esperanza con respecto al respaldo que dé para ejecutar, finalmente, el mentado plan de gestión.

1.     Manfred Steffen, “Barreras que limitan la conservación de servicios ecosistémicos. Análisis del caso de Laguna del Sauce”. Tesis programa de Maestría de Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias de la Udelar.

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