La exposición comienza así: un largo pasillo vidriado, que como un puente colgante atraviesa dos cuerpos del edificio del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) de Argentina, culmina en la visión de La civilización occidental y cristiana. Se trata de la escultura de un Cristo crucificado sobre una réplica de un bombardero estadounidense, la obra más conocida de León Ferrari (Buenos Aires, 1920-2013) y que le facilitó el León de Oro en la Bienal de Venecia de 2007. Esta crucifixión doble –pues al Cristo hay que sumar la cruz clavada a las bombas del avión– se presenta delante de un gran bastidor semicircular, como si se situase en el ábside de una iglesia. Ante tal recibimiento, es difícil que el visitante pueda permanecer indiferente. Didáctica a su peculiar modo, casi catequística, podríam...
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