Mientras uno pensaba que la bicicleta era una máquina inmejorable, ya existía la rueda Copenhagen. Presentada en la conferencia sobre cambio climático de la onu en 2009, el invento en cuestión consiste en una rueda de bicicleta con un pequeño motor eléctrico que remplaza al rodado trasero de la bici. En una carcaza en el centro de la rueda, el motorcito convierte la energía cinética en eléctrica y la almacena en una batería de litio integrada. Hay que pedalear como siempre (cargando con unos cinco quilos más que agrega el invento al peso de la bici), pero no se trata de un motor al estilo del “mosquito” uruguayo, sino más bien de algo similar a un dínamo. La energía se va generando al andar y se almacena al frenar. La parte “inteligente” del asunto es que además de lo mencionado se incluyó...
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