Con William Rey*
La demolición del edificio de la fábrica Assimakos, también vivienda de su dueño, en avenida Italia, generó una reacción colectiva que fue una sorpresa para las autoridades y aun para quienes entienden y manejan los valores patrimoniales de la arquitectura nacional. Valores aún en debate, desde qué debe ser definido como tal hasta las posibles maneras de cuidarlos.
—¿Qué balance hace de la demolición del edificio Assimakos?—Nunca hubiese esperado esa resonancia social, que muestra que el edificio tenía con la gente un lazo identitario mucho más grande de lo que los arquitectos creíamos. Con otro edificio creo que se entendía más. Por ejemplo, el del Indio, del mismo arquitecto, Jorge Caprario, por su calidad arquitectónica, por su valor urbano, por la identidad...
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